El Teatro romano de Mérida es una construcción promovida por el cónsul Marco Vipsanio Agripa, en la ciudad romana de Emerita Augusta, actual Mérida. Según fecha inscrita en el propio teatro su construcción se produjo en los años 16 a 15 a. C.
El teatro ha sufrido varias remodelaciones, la más importante, a finales del siglo I o principios del siglo II, posiblemente en época del emperador Trajano, cuando se levantó la actual fachada o frente de escena, y otra en época de Constantino entre los años 330 y 340, introduciéndose nuevos elementos arquitectónicos-decorativos y construyéndose una calzada que rodea el monumento.
El conjunto original constaba de un graderío semicircular para 5.800 personas dividido en tres alturas, la ima -22 gradas y 6 puertas-, media -5 gradas- y summa cavea -5 gradas- . Como era habitual en estas obras, se utiliza la ladera del monte San Albán para facilitar su construcción. Tiene un diámetro de casi 96 m. A estas gradas se accedía mediente 13 puertas que comunicaban con los vomitorium. En su centro y parte más baja se sitúa la orchestra también semicircular -de 30 m. de diámetro-, con las tres gradas de la poedria, reservadas para la alta sociedad emeritense y delimitada con un murete semicircular de separación o "balteus". Esta orchestra estaba recubierta de mármol, y en su frente se levanta la vertical del podium, el frons pulpiti, compuesto sucesivas exedras rectas y curvas. Además de la 13 puertas de acceso al graderío, tiene dos más para entrar en la escena, todas ellas con pasillos abovedados.
El frons scaenae, es elemento más conocido del conjunto. Sobre podiums de 2,5 m. de altura, recubiertos de mármol, se elevan dos cuerpos de columnas corintias de casi 30 m. Las basas y capiteles de mármol blanco y los fustes de mármol azul. Sobre cada orden de columnas se extienden sus correspondientes entablamentos con arquitrabe, friso y cornisa, todos ellos decorados. Entre estas, se situan estatuas imperiales divinizadas, dioses y personajes clásicos: Ceres, Plutón, Júpiter, Proserpina... Entre todo este conjunto se abren las tres puertas de acceso a la escena, la central -valva regia- y las laterales -valva hospitalarium-. Por detrás de esta fachada hay diversas estancias para actores y demás personal.
La superficie del escenario, el pulpitum, estaba recubierta de madera bajo la cual se distribuían los útiles necesarios para la formación de los telones, decorados y demás elementos de la escena.
En la parte posterior de la escena, fuera del teatro en sí, se construyo un jardín porticado, presidido por una pequeña cámara consagrada al culto imperial. Por su lado este se accede al una domus, la casa del teatro-, con peristilium y ricos mosaicos. En el fondo, en un lateral de la plaza, se localizan unas letrinas de uso público.