miércoles, 19 de diciembre de 2012

Hermes con Dionissos

Es una escultura griega de mármol con una altura de 213 centímetros que fue esculpida por el escultor Praxíteles del período clásico final.

En la espalda tiene las marcas de los golpes de raspa y del cincel y en el resto de la escultura sólo está pulida de manera parcial.
En los cabellos, desde su descubrimiento, se aprecian pequeñas huellas de cinabrio, un compuesto de sulfuro de mercurio de color rojo, que probablemente no es un color real, sino una preparación para el dorado. El color se encuentra en las correas de la sandalia del pie original, que también presenta restos de dorado; además, la sandalia tiene un dibujo de Heracles, que fue realizado en pintura, y que nace en el motivo tallado de las correas entre los dedos del pie. Los ojos y los labios eran probablemente de color rojo.
En la escultura se han hecho esfuerzos para una restauración de la máxima calidad y respetando la obra original. Así, en la versión que se conserva en el museo de Olimpia, Hermes no tiene los atributos clásicos de llevar un petasos en la cabeza, o bien de ir calzado con sandalias aladas. Que llevara un ornamento de una corona de hierba parece lo más probable. Con la mano izquierda sujetaba otro atributo: probablemente un caduceo. En general, el brazo derecho en alto de Hermes que le falta, ha sugerido diversas interpretaciones. Parece que el grupo es la representación del episodio mitológico de Hermes cuando llevaba a Dioniso a las ninfas de la montaña Nisa. A lo largo del camino, Hermes, para distraer al pequeño Dioniso, agita un objeto con la mano derecha. Por lo tanto, se supone que Hermes llevaba en la mano un instrumento musical, o también podría ser que sujetara un racimo de uva.