domingo, 19 de mayo de 2013

Los Burgueses de Calais


Los Burgueses de Calais fue una de las obras más queridas por Rodin, y en ella trabajó arduamente varios años hasta captar el angustioso caminar de unos hombres hacia la muerte. En su estudio se multiplicaban los esbozos y maquetas, en terracota y yeso, del conjunto y de cada una de las figuras. Una y otra vez modela cuerpos desnudos andando, a los que luego superpone paños, hasta conseguir plasmar, no cuerpos humanos en su realismo anatómico, sino seres animados por la emoción de un triste presagio.
La escultura está realizada en bronce. Fue hecha por Rodin a finales del XIX y mide  más de dos metros de alto. Se compone de seis hombres de igual altura y vestidos en ropajes similares. No se presenta jerarquía alguna en el grupo. Los hombres dirigen sus miradas a puntos diversos: cuatro de ellos hacen ademanes y toman un paso al frente, los otros dos permanecen tranquilos. Las figuras forman un grupo compacto, pero permanecen libres entre ellos. Las figuras están realizadas a tamaño natural y parecen agobiadas por sus prendas y sus desproporcionadamente grandes manos y pies.
Rodin, tras descartar el típico monumento con un gran pedestal, optó por situar a los personajes sobre una mínima peana triangular, casi a la altura del espectador, lo que les daba más humanidad (esto le acarreó múltiples discusiones con el cabildo municipal). Tampoco forman un único bloque, sino que se trata de seis figuras totalmente exentas, en la que es tan importante la materia que las compone como el espacio vacío que las rodea. Este aislamiento físico de cada una de las figuras está reforzado por un tratamiento retratístico, que rehuye la idealización, y por las distintas actitudes de los personajes.
Los ademanes de los hombres forman en conjunto un pausado movimiento rotatorio dentro de la escultura, que se produce por los muchos sentidos locales que el espectador sólo capta desde algunos puntos. Los hombres no se comunican entre ellos ni con el espectador. Cada rostro refleja rasgos individuales y da la impresión de sentimientos variados (resolución, angustia, apatía...). Rodin expresa con realismo a seis hombres que han sobrevivido un sitio de un año y que ahora dan su primer paso hacia la muerte. Algunos se inclinan, unos cabizbajos, otros con la cabeza alta, otros se tapan el rostro horrorizado con las manos, todos dudan. Los seis burgueses están vestidos con harapos y preparados para ser colgados.