miércoles, 19 de diciembre de 2012

La Acròlis de Atenas


Durante el siglo V a.C. se construirán algunos de los edificios más monumentales de Grecia, en los que se vuelca todo el esplendor del período. El centro fundamental va a ser Atenas ya que la victoria de los atenienses sobre los persas supondrá para la ciudad enriquecimiento y euforia, acentuada además por la importancia de sus políticos (Pericles o Temístocles) y de sus artistas (Calícrates, Ictino o Fidias). El apogeo artístico de este período se concretará en las obras que impulsará Pericles en la ACRÓPOLIS DE ATENAS: era el centro sagrado de la ciudad, situado sobre una colina calcárea en forma de plataforma alargada; allí se elevaban los templos consagrados a Atenea, la diosa protectora de Atenas. La población de Atenas vivía en la llanura que rodeaba a esa colina sagrada. La topografía era compleja, con pendientes y acantilados que serán integrados armoniosamente en el conjunto. Como edificios más importantes podemos destacar:
- Los propileos, o puertas monumentales de entrada.
- A los lados, la pinacoteca y la biblioteca.
- A continuación se halla el templo de la Victoria Aptera o Atenea Nike.
- Arriba, en el centro, está el Partenón .
- A la izquierda, el Erecteion.





Cleobis y Bitón


Es el nombre de un grupo escultórico, en mármol, de dos figuras masculinas desnudas; atribuido (por una inscripción en ambas bases, que comienza en la de la figura de la izquierda y termina en la de la figura de la derecha) al escultor Polimedes de Argos. Se localizan temporalmente hacia el año 600 a. C.
Por el testimonio que recoge Heródoto se sabe que se realizaron por encargo de la ciudad de Argos para el Santuario de Delfos, donde su historia era divulgada como un ejemplo moral, de vida virtuosa y plena a pesar de una muerte joven, que no había que considerar como algo negativo, sino como el mayor premio que pueden conceder los dioses (así lo explicó el sabio Solón al rey Creso).
Pertenecen al estilo arcaico, con un aspecto más musculoso, tosco y primitivo que otros kuroi. Tales rasgos se identifican como propios de la Argólide frente a la escultura del Ática o de Jonia.3 Las características formales que comparten con otras esculturas del periodo son: la representación de los brazos pegados al cuerpo, en una pose de gran frontalidad, simetría y hieratismo, la simplifación de la anatomía, donde destacan ciertos músculos muy perfilados (diartrosis: pectorales y el contacto entre ingles y abdomen), la sonrisa arcaica, los ojos almendrados, los pómulos muy marcados y la melena trenzada con gran geometrización. Como en toda la estatuaria griega, de este o posteriores periodos, no hay rasgos individualizadores que permitan considerarlos retratos, pues lo que se busca es una representación idealizada de carácter universal.


Hermes con Dionissos

Es una escultura griega de mármol con una altura de 213 centímetros que fue esculpida por el escultor Praxíteles del período clásico final.

En la espalda tiene las marcas de los golpes de raspa y del cincel y en el resto de la escultura sólo está pulida de manera parcial.
En los cabellos, desde su descubrimiento, se aprecian pequeñas huellas de cinabrio, un compuesto de sulfuro de mercurio de color rojo, que probablemente no es un color real, sino una preparación para el dorado. El color se encuentra en las correas de la sandalia del pie original, que también presenta restos de dorado; además, la sandalia tiene un dibujo de Heracles, que fue realizado en pintura, y que nace en el motivo tallado de las correas entre los dedos del pie. Los ojos y los labios eran probablemente de color rojo.
En la escultura se han hecho esfuerzos para una restauración de la máxima calidad y respetando la obra original. Así, en la versión que se conserva en el museo de Olimpia, Hermes no tiene los atributos clásicos de llevar un petasos en la cabeza, o bien de ir calzado con sandalias aladas. Que llevara un ornamento de una corona de hierba parece lo más probable. Con la mano izquierda sujetaba otro atributo: probablemente un caduceo. En general, el brazo derecho en alto de Hermes que le falta, ha sugerido diversas interpretaciones. Parece que el grupo es la representación del episodio mitológico de Hermes cuando llevaba a Dioniso a las ninfas de la montaña Nisa. A lo largo del camino, Hermes, para distraer al pequeño Dioniso, agita un objeto con la mano derecha. Por lo tanto, se supone que Hermes llevaba en la mano un instrumento musical, o también podría ser que sujetara un racimo de uva.




Sarcófago de Junio Basso


Es un sarcófago de arte paleocristiano de mediados del siglo IV d. C., encontrado y conservado en Roma. Es el más famoso de su tipo,1 al tiempo que la gran calidad y variedad de sus tallas hacen de él un interesantísimo testimonio de los primeros siglos del cristianismo.2
Como indica la inscripción que posee, perteneció a Junio Basso (Iunius Bassus), quien fue prefecto de la ciudad de Roma (praefectus urbi) y falleció en el año 359 d. C., contando con 42 años de edad y siendo un neófito (neophytus).
Está tallado en un solo bloque de mármol de Carrara; tiene un largo de 234 cm y una altura de 142 cm.


Mosaicos del emperador Justiniano y la emperatriz Teodora


Estos mosaicos están hechos con teselas, empleando las habituales técnicas romanas del Opus Tessellatum (teselas cúbicas e iguales para el interior) y el Opus Verniculatum (de formas diferentes y empleadas para los detalles).
Entre la larga serie de mosaicos de la iglesia son destacables los dos paños que representan en el interior del ábside a los emperadores Justiniano y Teodora, acompañados de sus respectivos séquitos, realizando una ofrenda en el propio templo.
Los dos conjuntos presentan numerosas semejanzas: todas las figuras aparecen mostradas de frente, de pie con los pies dispuestos en V y con miradas bastante penetrantes, pero hay cierta rigidez en ellos, así como un gran hieratismo y un fuerte simbolismo; todos miran al frente. No existe intención de mostrar profundidad ni perspectiva alguna, sustituida en el mosaico de Justiniano por un fondo de color verde y dorado y, en el de Teodora, por una decoración arquitectónica en la que podemos ver una hornacina. En este caso, a la izquierda, una rica cortina parcialmente descorrida deja entrever la ilusión de un espacio posterior, dispuesto en negro. La única perspectiva que se aprecia es la jerárquica, que hace que el personaje principal (Justiniano y Teodora) estén el el centro, en el eje de simetría y ligeramente más elevado o más alto que el resto de personajes. Todas estas características son propias de la plástica bizantina.
Todos los personajes van lujosamente vestidos, en especial los dos personajes principales. Éstos últimos van ataviados con ricos ropajes, que simbolizan su superioridad en la jerarquía bizantina.






San Miguel de la Escalada


San Miguel de Escalada era un monasterio ubicado cerca del pueblo del mismo nombre, en el municipio de Gradefes, provincia de León, en el Camino de Santiago. Del monasterio se conserva solamente el templo. El monasterio fue consagrado en el año 913 por el abad Alfonso, que había llegado a León junto a otros monjes desde Córdoba.
Es una obra mozárabe, estaría incluida dentro del denominado arte de repoblación. El templo mozárabe fue construido reaprovechando materiales de épocas anteriores, visigótica y romana.

La planta del templo es basilical de tres naves, separadas por arquerías sobre columnas, algunas reaprovechadas, sobre las que descansan arcos de herradura. La cabecera, recta al exterior, alberga tres ábsides de planta ultrasemicircular. Entre las naves y las capillas se encuentra un lugar delimitado por canceles y un airoso iconostasio. Su iluminación sigue la tradición de las iglesias paleocristianas, con ventanas practicadas en el muro volado de la nave central y en los ábsides. Cada capilla se cubre, interiormente, con bóvedas ultrasemicirculares y gallonadas, a la manera de los viejos modelos orientales e islámicos. El resto, se cubria con madera vista, sustituida, en la actualidad, por otra más compleja y algo más moderna. Al exterior, se corona con tejado a dos aguas y una vertiente, con amplios aleros soportados por modillones de rollos.
La torre es ya del siglo XI, con estribos muy gruesos. Originalmente tenía tres plantas. Una puerta con arco de medio punto, que da paso a la capilla de San Fructuoso (también llamada "Panteón de Abades") tiene como tímpano un cancel reaprovechado. En esta torre destaca el ventanal del muro oeste con un doble arco de herradura que, aunque de época románica, imita al que se encuentra en el extremo occidental del pórtico.





Santa María del Naranco

Es una iglesia situada a cuatro kilómetros de Oviedo, sobre la ladera sur del Monte Naranco. Originalmente no se proyectó como iglesia, sino que fue el Aula Regia del conjunto palacial que el rey Ramiro I mandó construir en las afueras de la capital del reino de Asturias, y que se terminó en el año 842. Su estilo artístico es el denominado arte asturiano o "ramirense", dentro del prerrománico.

Consta de dos pisos y trazado rectangular de 20 metros de longitud por 6 de ancho, resultando una planta bastante alargada. En sus lados mayores existen dos salientes de los cuales el del lado norte corresponde a una escalera de dos tiros por la que se accede a la planta superior.
La planta baja consta de un amplio cuerpo central cubierto de bóveda de cañón recorrido por arcos fajones que descansan directamente sobre el muro, por lo que presenta grandes similitudes con la capilla inferior de la Cámara Santa de Oviedo, en la catedral ovetense. Fue posiblemente utilizado como oratorio palatino, aunque se especula con que se tratase de una cámara regia donde se recibiese audiencia, esta teoría se apoya en el bancada que recorre las paredes, y está flanqueado por dos cámaras laterales con cubierta de madera. De estas cámaras laterales la del lado este comunica con el cuerpo central y tuvo funciones de sala de baño (interpretación controvertida) o aljibe, conservando su pila. La del lado oeste solo es accesible desde el exterior, desconociéndose su función, pudiendo haber acogido una garita.
La planta superior fue planta noble, presentando una distribución similar a la de la planta baja. La gran sala central, rectangular y cubierta por bóveda de cañón peraltada atravesada por seis arcos fajones que se apoyan en ménsulas. Está recorrida en sus lados mayores por una arquería ciega que se apoya en dobles columnas de fustes sogueados de origen celta. Se encuentra flanqueada en este caso por dos miradores o tribunas también cubiertos con bóveda.
Al exterior, en sus lados mayores, son visibles los contrafuertes que se corresponden con los arcos fajones interiores. En los lados menores la fachada se estructura en tres pisos, correspondiendo el central a la planta noble, cuyos miradores se abren al exterior mediante tres arcos de medio punto peraltados, en los que el central es ligeramente mayor. Este mismo esquema, a una escala mucho más reducida y estilizada, se repite por encima de ellos, formando el ventanal de dos cámaras a las que no existe acceso excepto con la ayuda de una escalera y su utilidad era de guardar el tesoro del noble
Principalmente el material utilizado es el sillarejo, como es corriente en el arte asturiano.
El resultado es un edificio elevado, esbelto y elegante, modulado por la simetría de los contrafuertes y la gracia de sus arcos de medio punto peraltados, alguna de cuyas soluciones constructivas y decorativas, como las bóvedas de cañón, los arcos fajones, los contrafuertes exteriores o la supeditación de la decoración escultórica a la arquitectura, suponen un claro anticipo del románico.






San Pedro de la Nave

La iglesia, de arte visigodo, de San Pedro de la Nave se encuentra situada en la localidad de El Campillo, en la provincia de Zamora (España). El templo se remonta a finales del siglo VII, pues debió construirse entre los años 680 y 711, es decir, en los años previos a la conquista musulmana, por lo que puede tratarse de una de las últimas obras del arte visigodo.
El templo presenta la orientación litúrgica habitual con una ligera desviación.
De estilo visigótico, s. VII, su primera traza respondió a una planta de cruz griega, si bien luego se trazaron las dos naves laterales que le confieren el aspecto final híbrido entre la planta basilical y la cruciforme. Posee además una estancia, a cada lado del Presbiterio. El conjunto de todo ello viene a componer una planta rectangular de aproximadamente 16,80 m. por 11,20 m. del que sobresalen tres capillas: la del cabecero que forma un Ábside rectangular, y otras dos en los extremos del transepto.

Las dos estancias, se comunican con el presbiterio mediante una puerta y un vano en forma de triple arco de medio punto con columnillas, estando iluminadas por dos vanos. Según el autor consultado pudieron tener funciones de celdas eremíticas, capillas, sacristía, aulas, estancias de los monjes, etc.; en la actualidad la del lado del Evangelio contiene la pila bautismal.
La nave central, como suele ser habitual, es más alta y ancha que las laterales y está separada de ellas por arcos formeros sustentados en recios pilares. En el lado de la Epístola, está cerrado por un muro. En la nave del Evangelio, dos arcos de medio punto cegados donde se expone el sepulcro de los Santos Barqueros.
Las cubiertas son abovedadas en medio cañón, pero mientras las del cabecero y las de los recintos laterales se conservan en su original estructura pétrea, las de los tramos occidentales de las naves son de ladrillo volteado sobre los primitivos arranques de sillería. Los arcos son de herradura al modo visigótico. De ellos, los dos torales perpendiculares al eje de la nave principal quedan resaltados de los paramentos y apoyan parcialmente en columnas adosadas a los pilares. El arco frontal del ábside es también de herradura algo más cerrado y descansa sobre columnas adosadas a las jambas del hueco.
En cuanto a la decoración, una de las más sobresalientes de la arquitectura visigoda, pueden apreciarse dos tipos de elementos de distinta concepción y debidos a distinto artífice: un ancho friso, que se corresponde con una hilada de sillares, que muestra una sucesión de círculos con variadas figuras vegetales y animales; y los capiteles de las columnas adosadas. Éstos son de una meritoria labra muy superior a la de otras obras antecedentes. Exhiben escenas historiadas extraídas de la literatura bíblica, como Daniel en el foso de los leones o El sacrificio de Isaac. Sus cimacios van decorados por medio de roleos en cuyo interior aparecen figuras de animales e incluso humanas.
En el interior de la iglesia existe además un horologio en forma tabular que se puede hallar inscrito en la piedra de los sillares de la parte izquierda inmediatos al arco toral. Este reloj está incompleto, pero forma parte de una de las joyas que pueden verse en la Iglesia.




Termas de Caracala

Las Termas de Caracalla fueron un edificio destinado a baños en la Roma imperial. Se construyó en la ciudad de Roma entre 212 y 217 d.C, bajo el mando del Emperador Caracalla, se inauguraron con el nombre de Termas Antoninas, pues al emperador Marco Aurelio Antonino Basiano jamás se le conoció en vida con el nombre de Caracalla.

Las Termas de Caracalla se convirtieron en el complejo de baños más lujoso de toda Roma, y su tamaño sólo fue superado por las Termas de Diocleciano. Sin embargo, sus ruinas son las más grandes conservadas hoy. El edificio fue construido en cinco años, lo que supone un logro de la ingeniería romana, considerando el tiempo que tardaron y la enormidad del complejo. Las termas contaban con un gran recinto, de más de 400 metros de anchura entre los ábsides, y una estructura central en donde se encontraban las termas, propiamente dichas. A su alrededor había un amplio jardín. Para el suministro de agua, se desvió hacia los baños un ramal del acueducto Aqua Marcia para abastecerlo, que recibió el nombre de Aqua Antoniniana Iovia.
En el siglo III a. C., en la zona en que serían edificadas las termas, había un amplio estanque conocido como Piscina Pública. Cuando en el siglo III d. C., los baños se terminaron y se inauguraron, reemplazaron la antigua piscina.


lunes, 17 de diciembre de 2012

San Vital de Rávena

San Vital (538-547) tiene una planta octogonal y central como los baptisterios bizantinos que seguirán construyéndose en Italia hasta el Renacimiento, cuenta también con nártex flaqueado por torres. Los elementos sustentantes son además del muro, pilares y columnas que, en el interior, soportan la gran cúpula central. Tiene un área principal y central con dos alturas, se poya en grandes pilares en los que se abren hexedras con arcos hacia las naves laterales, hay tribuna. En este espacio central se encuentra la cúpula. En el octavo lado está ocupado por el presbiterio cuadrado y el ábside saliente y más bajo que atraviesa la zona del deambulatorio y de la tribuna. Flanquean este ábside poligonal dos torrecillas rectangulares seguidas de sendas capillas circulares.





Santa Sofía de Constantinopla


El emperador Justiniano eligió al físico Isidoro de Mileto y al matemático Antemio de Tralles como arquitectos, aunque Antemio murió durante el primer año de la empresa.
Su construcción comenzó en el 532 y finalizó en el año 537.
La iglesia de Santa Sofía se separa de la tradición basilical romana para buscar conceptos espaciales más griegos. La nave central tiene 33 metros de anchura y el núcleo básico es un gran cuadrado, en el que cuatro enormes pilares sostienen la monumental cúpula de 31 metros de diámetro y 55 de altura. Lo original es que esta cúpula no se apoya en un muro circular sustentante (Panteón de Agripa) sino sobre cuatro pechinas que sirven de enlace a la planta cuadrada. La cúpula aloja hasta cuarenta ventanas que se sitúan en su arranque y con el fin de aligerar su peso se utilizaron tejas blancas y esponjosas fabricadas en Rodas. El empuje lateral de esta gran cúpula se contrarresta a este y oeste con semicúpulas cada vez más pequeñas y más bajas, sostenidas por pilares que, a su vez, se contrarrestan con tres nichos abiertos entre ellos. Se lograba así un pleno equilibrio con tensión contrapuesta de bovedajes en descenso. En los otros dos lados, al norte y al sur, dos naves laterales abovedadas en medio cañón contrarrestan a la central.







Medina Azahara


Medina Azahara es una cuidad-palacio hispanomusulmán de estilo califal, construido en el siglo X. Fue capital del Califato de Córdoba desde Abd-al-Rahm III. Tras múltiples saquéos y su utilización como cantera artificial, se acabó por destruir casi por completo. Aunque en sus años de explendor fue una ciudad-palacio rica desde el punto arquitectónico y artístico.                                                                                                                Debido a la topografía del suelo, que se encuentra en pendiente, la ciudad se construyó sobre tres terrazas superpuestas, que correspondían a tres partes de la ciudad separadas por muros.
La residencia califal dominaba toda el área desde la terraza superior situada al norte. La explanada media albergaba la administración y las viviendas de los más importantes funcionarios de la corte. La inferior estaba destinada a la gente del pueblo y los soldados, allí se encontraban la mezquita, los mercados, los baños y también los jardines públicos.
Se advierte también una notable separación entre los espacios públicos y los privados, aun ofreciendo ambos sectores un esquema similar: un espacio abierto, porticado, actúa como antefachada monumental de una puerta de reducidas dimensiones en la que se inicia una calle o corredor quebrado que va alcanzando a los distintos salones. Los espacios más deslumbrantes son los integrados en la zona oficial, destinada a la actividad política y a la recepción de personalidades extranjeras, sobre todo los Salones de Embajadores, que son dos: el Salón Occidental y el Salón Oriental, asociados ambos a sus correspondientes jardines.


La Aljafería

La Aljafería es un palacio fortificado construido en Zaragoza en la segunda mitad del siglo XI por iniciativa de Al-Muqtadir como residencia de los reyes hudíes de Saraqusta. Este palacio de recreo (llamado entonces Palacio de la Alegría) refleja el esplendor alcanzado por el reino taifa en el periodo de su máximo apogeo político y cultural.
Su importancia radica en que es el único testimonio conservado de un gran edificio de la arquitectura islámica hispana de la época de las Taifas. De modo que, si se conserva un magnífico ejemplo del Califato de Córdoba, su Mezquita (s. X), y otro del canto de cisne de la cultura islámica en Al-Ándalus, del s. XIV, La Alhambra de Granada, se debe incluir en la tríada de la arquitectura hispano-musulmana La Aljafería de Zaragoza (s. XI) como muestra de las realizaciones del arte taifa, época intermedia de reinos independientes anterior a la llegada de los almorávides.

Tras la reconquista de Zaragoza en 1118 por Alfonso I El Batallador pasó a ser residencia de los reyes cristianos de Aragón, con lo que la Aljafería se convirtió en el principal foco difusor del mudéjar aragonés. Fue utilizada como residencia regia por Pedro IV el Ceremonioso y posteriormente, en la planta principal, se llevó a cabo la reforma que convirtió estas estancias en palacio de los Reyes Católicos en 1492. En 1593 experimentó otra reforma que la convertiría en fortaleza militar, primero según diseños renacentistas (que hoy se pueden observar en su entorno, foso y jardines) y más tarde como acuartelamiento de regimientos militares. Sufrió reformas continuas, y grandes desperfectos, sobre todo con los Sitios de Zaragoza de la Guerra de la Independencia hasta que finalmente fue restaurada en la segunda mitad del siglo XX y actualmente acoge las Cortes de Aragón.

Tiene grandes detalles del mundo árabe en su decoración, aquí paso a destacar algunos: 
El primero es en el patio, el cual tiene una galería casi total a lo largo de su perímetro, y aquí encontramos dos tipos de arcadas, la primera tiene arcos polilobulados sustentados sobre pilares flanqueados en dos de sus laterales por medias columnas con fuste liso, capitel decorado y cimacio. éstos se agrupan de dos en dos para formar marcos de arcos apuntados más grandes, ue engloban a los arcos más pequeños de dos en dos, y éstos están entrecruzados.  Entre los arcos antes mencionados tenemos dos pequeños orificios que hacen de ventanas, las cuales tienen un arco de herradura apuntado. Por encima de todo ésto tenemos la techumbre de teja árabe, cuya sustentación se refuerza con unas ménsulas. Y por otro lado, en los otros dos lados, nos encontramos dos galerías con columna similar a las anteriores, pero con arcadas más amplias, apuntadas, y un forma polilobulada más básica, aunque elegante al mismo tiempo. Entre arcos, nos encontraos las mismas ventanas que en el caso anterior, pero más amplias.
El interior es majestuoso. Arco polilobulado con arcos de medio punto entrecruzados. Las columnas están todas pareadas y con forma corintia y con un cimacio bastante grande. Se ven sustentadas por estas columnas unos arcos polilobulados apuntados, y en detrás de éstos, las vemos entrecruzadas. 




Patio de los Leones (La Alhambra de Granada)

Su nombre procede de los doce leones surtidores de la fuente que ocupa el centro del patio, leones sobre los que descansa la gran taza de forma dodecagonal y que la rodean. Esta fuente, de mármol blanco, es una de las más importantes muestras de la escultura musulmana. En en borde de la taza, se encuentra esculpido un poema de Ibn Zamrak. A comienzos del siglo XVII se le añadió otra taza que en la actualidad se encuentra en el jardín de los Adarves.

(INCOMPLETO)


La Mezquita aljama de Córdoba

El edificio se comenzó a construir en el 786 en el lugar que ocupaba la basílica visigótica de San Vicente Mártir. La mezquita fue objeto de ampliaciones durante el Emirato de Córdoba y el Califato de Córdoba. En 1238, tras la Reconquista, se llevó a cabo la conversión de la mezquita en una catedral católica.
En 1523 se empezó la construcción de una basílica renacentista de estilo plateresco en el centro del edificio musulmán.
Con 23.400 metros cuadrados, fue la segunda mezquita más grande del mundo en superficie, por detrás de la Mezquita de la Meca.
Una de sus principales características es que su muro de la qibla no fue orientado hacia La Meca, sino 51º grados más hacia el sur, algo habitual en las mezquitas de Al-Ándalus.
El acceso a la actual catedral de Córdoba se realiza por la Puerta del Perdón (lado norte), donde se observan las hileras de naranjos y palmeras. Las fuentes y los arcos de herradura que lo rodean junto a la puerta se levanta la mezquita que se compone de tres partes: "El Patio de los Naranjos", que en tiempos del Califato era el "Patio de las Abluciones" y el alminar desmochado parcialmente y rodeado.  La puerta de Las Palmas da acceso a la mezquita: con 1.300 columnas de mármol, jaspe y granito sobre las que se apoyan trescientos sesenta y cinco arcos de herradura bicolores. El mihrab, lugar santo que señala la dirección Sur y no hacia La Meca, es un joyel de mármol, estuco y mosaicos bizantinos coloreados sobre fondo de oro y bronce, además de cobre y plata. 

miércoles, 21 de noviembre de 2012

Mausoleo de Santa Constanza

El mausoleo de Constantina, se encuentra en la ciudad de Roma (Italia). Fue construido en el segundo cuarto del siglo IV para la hija del Emperador Constantino junto a la antigua Basílica de Sant'Agnese fuori le Mura,(la Basílica de Santa Inés).
Es un edificio de planta centralizada. Está constituido por círculos concentrícos; un peristilo que hoy en día no se conserva, un espacio central circular cubierto con una cúpula sobre tambor, sobre el cuál se abren ventanas y no se aprecia la cúpula al exterior porque está cubierta por un tejado, y el núcleo central está rodeado por un deambulatorio anular con bóveda de cañón.
 En el muro del deambulatorio, se abren nichos cuadrados o semicirculares, es un muro muy grueso para soportar todo el peso. El cuerpo está sostenido por columnas dobles dispuestas de forma radial, Y tiene un nártex de acceso que termina en dos exedras semicirculares. Forma parte del inventario de edificaciones religiosas Paleocristianas. En cuanto a la decoración, en el exterior es muy pobre y en el interior estaba cubierta de mosaicos, que le daban una gran luminosidad al mausoleo. Hoy en día solo se conservan los de la bóveda de cañón y los de las exedras. Esta decoración se hacía así para diferenciar el exterior(el mundo terrenal) con el interior(el mundo celestial) La disposición de las columnas y la luz hacen que sea un edificio dinámico.



martes, 6 de noviembre de 2012

Togado Barberini

Brutus o Togado de Barberini, es una obra escultórica romana del siglo I a.C.Hecha en mármol  cuyo objetivo era alabar a los antepasados familiares.
El canon de la figura principal es de ocho cabezas, lo que alarga la esbeltez de la figura. La escultura está formada por un cuerpo principal, el togado y dos bustos.
Destaca la influencia griega,  y sobretodo el realismo. 
La figura central tiene un predominio de un arrugamiento extremo de las telas de la toga cuenta con la técnica de los paños mojados. La toga deja entrever una pierna izquierda adelantada ligeramente mas avanzada que la derecha, contraposto. En el rostro se detallan perfectamente los rasgos realistas  de los pómulos hundidos, las arrugas faciales marcadas y la ausencia de pelo, además, destacar la nariz grande y recta. Los dos bustos son serenos, sin expresividad, realistas, aunque carecen del nivel de arrugas de la figura principal lo cual resta realismo, aunque tampoco están idealizados.


Ara Pacis


Esta imagen forma parte de varios relieves que decoran el altar del Ara Pacis, el cual conmemora el éxito y la paz que predominaron en tiempos de Augusto.
El método utilizado en estos relieves es la talla, y el material empleado es el mármol. Es una representación humana, que describe con gran realismo la procesión de la Pax Augusta, celebrada en el año 13 a.C. Este realismo se refleja muy bien en los rostros de las personas: aparecen personas de diferentes edades. Por un lado, los niños que están acompañados de sus padres, que los cogen de las manos, por otro lado, en los ancianos se aprecia muy bien la madurez en las caras.
Otros de los detalles que le dan más realismo a la obra son, por ejemplo, los pliegues de las túnicas y los peinados de la época.

Además, en este relieve se ve como las figuras están talladas en diferentes planos. Hay tres planos distintos: en el primero de ellos aparecen los personajes más importantes, que destacan sobre el resto, en el segundo plano, las figuras aparecen con distintas posiciones y actitudes (mujeres, niños y hombres), y por último, en el tercer plano, aparecen los personajes de menor importancia.
Los personajes representados en este relieve son reales, por lo que se trata de un retrato.




lunes, 29 de octubre de 2012

Teatro Romano de Mérida

El Teatro romano de Mérida es una construcción promovida por el cónsul Marco Vipsanio Agripa, en la ciudad romana de Emerita Augusta, actual Mérida. Según fecha inscrita en el propio teatro su construcción se produjo en los años 16 a 15 a. C.
El teatro ha sufrido varias remodelaciones, la más importante, a finales del siglo I o principios del siglo II, posiblemente en época del emperador Trajano, cuando se levantó la actual fachada o frente de escena, y otra en época de Constantino entre los años 330 y 340, introduciéndose nuevos elementos arquitectónicos-decorativos y construyéndose una calzada que rodea el monumento.
El conjunto original constaba de un graderío semicircular para 5.800 personas dividido en tres alturas, la ima -22 gradas y 6 puertas-, media -5 gradas- y summa cavea -5 gradas- . Como era habitual en estas obras, se utiliza la ladera del monte San Albán para facilitar su construcción. Tiene un diámetro de casi 96 m. A estas gradas se accedía mediente 13 puertas que comunicaban con los vomitorium. En su centro y parte más baja se sitúa la orchestra también semicircular -de 30 m. de diámetro-, con las tres gradas de la poedria, reservadas para la alta sociedad emeritense y delimitada con un murete semicircular de separación o "balteus". Esta orchestra estaba recubierta de mármol, y en su frente se levanta la vertical del podium, el frons pulpiti, compuesto sucesivas exedras rectas y curvas. Además de la 13 puertas de acceso al graderío, tiene dos más para entrar en la escena, todas ellas con pasillos abovedados.


El frons scaenae, es elemento más conocido del conjunto. Sobre podiums de 2,5 m. de altura, recubiertos de mármol, se elevan dos cuerpos de columnas corintias de casi 30 m. Las basas y capiteles de mármol blanco y los fustes de mármol azul. Sobre cada orden de columnas se extienden sus correspondientes entablamentos con arquitrabe, friso y cornisa, todos ellos decorados. Entre estas, se situan estatuas imperiales divinizadas, dioses y personajes clásicos: Ceres, Plutón, Júpiter, Proserpina... Entre todo este conjunto se abren las tres puertas de acceso a la escena, la central -valva regia- y las laterales -valva hospitalarium-. Por detrás de esta fachada hay diversas estancias para actores y demás personal.
La superficie del escenario, el pulpitum, estaba recubierta de madera bajo la cual se distribuían los útiles necesarios para la formación de los telones, decorados y demás elementos de la escena.

En la parte posterior de la escena, fuera del teatro en sí, se construyo un jardín porticado, presidido por una pequeña cámara consagrada al culto imperial. Por su lado este se accede al una domus, la casa del teatro-, con peristilium y ricos mosaicos. En el fondo, en un lateral de la plaza, se localizan unas letrinas de uso público.










martes, 23 de octubre de 2012

El Panteón de Roma

El templo original se realizó en el año 27 a. C. Es un templo dedicado a todos los dioses.
En el friso del pórtico de la entrada puede leerse:

M·AGRIPPA·L·F·COS·TERTIVM·FECIT
"Marco Agrippa, hijo de Lucio, cónsul por tercera vez, (lo) hizo".

Atribuye la construcción del edificio a Marco Vipsanio Agripa, amigo, general y yerno del emperador Augusto.

Durante siglos se pensó que esta inscripión hacía referencia al edificio actual. Sin embargo, tras las investigaciones efectuadas en el siglo XIX se supo que en realidad, el templo de Agripa fue destruido, y que el existente actualmente es una reconstrucción realizada en tiempos de Adriano,  hacia el 120 d.C por Apolodoro de Damasco.

El exterior, realizado con ladrillo y hormigón, se levanta como un grueso muro cilíndrico.

Se encuentra dividida en dos partes:. un pórtico octástilo que funciona como pronaos, dividido en tres naves separadas por columnas; y una naos que, en vez de un espacio rectangular, es un gran círculo de 40 metros de diámetro. En él se alternan capillas rectangulares y semicirculares separadas por grandes columnas que sirven para sujetar la gran cúpula.

Los materiales de construcción utilizados necesitaban un recubrimiento. Para el interior se recurrió a los mármoles, como era habitual en el alto imperio, que se combinan con columnas de orden corintio  y frontones que coronan los pequeños templetes de las ventanas superiores.








lunes, 22 de octubre de 2012

El Coliseo de Roma

El Coliseo Romano es un anfiteatro de la época del Imperio romano, construido en el s. I d. C. en el centro de la ciudad de Roma.

En la antigüedad poseía un aforo para 50.000 espectadores, con ochenta filas de gradas, los que estaban cerca de la arena eran el Emperador y los senadores, y a medida que se ascendía se situaban las diferentes clases sociales. En el Coliseo tenían lugar luchas de gladiadores y espectáculos públicos. Se construyó justo al Este del Foro Romano, y las obras empezaron entre el 70 d. C. y el 72 d. C., bajo mandato del emperador Vespasiano. El anfiteatro, que era el más grande jamás construido en el Imperio romano, se completó en el 80 d. C. por el emperador Tito, y fue modificado durante el reinado de Domiciano. Su inauguración duró 100 días, en la cual murieron decenas de gladiadores y fieras para entretener y dar espectáculo al pueblo.




El Coliseo sintetiza las características esenciales de la arquitectura romana, que eran: belleza, solidez y funcionalidad.
Su planta es oval, es la habitual en los anfiteatros romanos. Este tipo de planta y su diseño interior favorecían la perfecta circulación a través de pasillos, galerías y los denominados “vomitorios”, grandes puertas que estratégicamente situadas, permitían el rápido desalojo del anfiteatro.

Los materiales utilizados en su construcción son la piedra "travertino" que es una piedra caliza de gran calidad; la "toba", una piedra más ligera, y el ladrillo. Para compactar utilizaron cemento y hormigón. También emplearon madera.
Habitualmente el Coliseo estaba descubierto, pero en caso de mal tiempo, o si hacía mucho calor, se protegía con una inmensa tela de seda denominada el “velarium”.
Las galerías de este monumento, eran cubiertas con bóvedas de cañón o de arista.

El Coliseo consta de tres pisos compuestos por arcos de medio punto con superposición de órdenes: dórico-toscano, jónico y corintio. El cuarto piso es un cerramiento que otorga gran monumentalidad al edificio y no presenta apertura de arcos sino simplemente pilastras con orden compuesto. En el cuarto piso se colocaban mástiles para poder instalar el "velarium". Cada piso está separado del anterior por medio de entablamentos y cornisas.
Entre los arcos se alzaban estatuas de bronce de héroes y figuras mitológicas.

En el interior, el Coliseo está estructurado en dos partes claramente diferenciadas: la arena (escenario) y la cavea (graderío). Los espectadores se sentaban en graderíos según grupos sociales. El Coliseo presentaba dos grandes puertas monumentales: laTriumphalis, sobre la que se alzaba una impactante cuádriga con la efigie del Emperador y, la puerta Libitinaria, por la que se evacuaban a las víctimas. La arena era el material con el que se tapaban las tarimas de madera donde se celebraban los espectáculos, bajo esta se encontraban las dependencias subterráneas para los gladiadores y  jaulas de las fieras. También contaba con elevadores y diversa maquinaria,decorados,etc.





miércoles, 10 de octubre de 2012

El Discóbolo


Pertenece a la época clásica. Fue esculpida por Mirón en el año 450 a. C. Se realizó en bronce, pero actualmente conservamos una copia romana en mármol.

Representa a un lanzador de disco perteneciente a las Olimpiadas griegas y Mirón quedando entusiasmado por la tensión de los músculos y el movimiento del cuerpo humano, intentó realizar dichos movimientos.
El Discóbolo representa un contraste brutal en cuanto a expresividad; todos los músculos se encuentran en tensión y en movimiento mientras la cara se encuentra totalmente relajada, desplazada del cuerpo.
El brazo que mantiene el disco hace contrapeso con la pierna en la cual se apoya su otro brazo.

El Discóbolo representa el ideal de belleza griego de entonces. La tensión de los músculos del Discóbolo nos quiere demostrar la fuerza y la seguridad que debía tener el hombre ideal de la época.



Laocoonte y sus hijos

La obra está enmarcada dentro de una composición de figura piramidal y representa las emociones humanas en su máxima expresión patética.

La expresión de culpabilidad y el gran dramatismo de Laocoonte, que hace contorsiones en dolorosa agonía. Dentro del grupo, las dos serpientes monstruosas, que se enroscan para matar de acuerdo al castigo impuesto por los dioses, forman parte de la composición visual del grupo, y con sus líneas curvas consigue la unión entre todos los personajes.
El material utilizado en la escultura el mármol.
Sus dimensiones son 2,45 m de altura.
Tiene estructura oblicua y hay una gran preocupación por representar el dolor en el rostro del sacerdote. Las serpientes sirven de nexo en la composición, que tiene un contorno piramidal.
En los mitos griegos se relata que, durante el asedio de Troya, dos serpientes fueron enviadas por Apolo, Poseidón, o Atenea, y atacaron a Laocoonte, sacerdote troyano de Apolo, y a sus dos hijos.

martes, 9 de octubre de 2012

Auriga de Delfos

Se realizó, en bronce, en el año 474 a. C., para conmemorar la victoria del tirano Polyzalos de Gela en la carrera de cuádrigas de los Juegos Píticos (los que se celebraban en honor de Apolo en el santuario de Delfos). La figura formaba parte de un grupo más amplio, del que sólo quedan fragmentos de cuatro o seis caballos y un pequeño esclavo que se situaría ante ellos.
La pieza, siendo toda ella de bronce, destacan además algunos otros materiales empleados en la ornamentación de la figura para otorgarle un mayor realismo: así, los ojos de cristal, y los labios que estaban recubiertos por láminas de plata.

En cuanto a la realización de la escultura, esta ilustra perfectamente el paso que se ha dado hacia un mayor realismo y un nuevo concepto del movimiento respecto de la escultura del periodo Arcaico. El mayor realismo es patente en dos partes muy diferenciadas en el trabajo del chitón, que en realidad ocupa casi toda la pieza: la mitad superior, mucho más cuidada en su trabajo, presenta una sucesión de pliegues de una gran variedad de líneas, de ángulos diversos, de bucles variados, tratados con gran minuciosidad y una cadencia elegante y dinámica, en la que alternan los ritmos verticales y horizontales.
Por el contrario, la mitad inferior está trabajada con menos detalle, porque estaría originalmente oculta por el propio carro del grupo escultórico, de ahí la sucesión de pliegues todavía rectilíneos y paralelos en vertical.
También el cabello se trabaja con naturalismo, con un peinado que se ajusta perfectamente a la forma esférica y sencilla del cráneo, y una diadema que con la misma sencillez realza su belleza. Esta esfericidad de la cabeza no es gratuita y va a ser una constante en la escultura de los siglos posteriores, identificando con ello la geometrización perfecta, la de la esfera, con la necesaria perfección del Hombre que ha de estar dirigida por la razón, es decir, por la cabeza. A todo ello habría que añadir en ese logro del realismo que alcanza el Auriga el tratamiento sobre los ojos y los labios, que se ha señalado anteriormente.
Es importante destacar que el auriga sostiene las riendas con una mano y gira la cabeza hacia el lado contrario, buscando así una compensación compositiva. Se mantiene una cierta rigidez en el conjunto, si bien la cabeza mínimamente ladeada, y sobre todo el brazo, proyectado hacia adelante, rompen la simetría tradicional y el estatismo frontal de las estatuas arcaicas.